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Capacitar a los niños

Criar hijos resilientes y seguros de sí mismos es una prioridad para los padres. Aunque hay varias estrategias eficaces que pueden ayudar a potenciar a tus hijos, nos centraremos en tres: dejar que se enfrenten a los fracasos, alimentar su confianza y enseñarles a "luchar bien".

1. El fracaso es tu amigo

Fracasar es parte integrante del aprendizaje. En lugar de proteger a su hijo de cualquier posible contratiempo, permítale emprender tareas que le supongan un reto, aunque el éxito no esté garantizado. Por ejemplo, si su hijo está trabajando en un proyecto de ciencias, resista el impulso de intervenir y hacer las partes difíciles por él. En lugar de eso, déjele sortear las dificultades. Cuando el experimento no salga según lo previsto, comente con él lo sucedido y pregúntele qué cree que podría hacerse de otra manera la próxima vez. Este enfoque les ayuda a aprender a pensar de forma crítica y a desarrollar su capacidad de recuperación. También refuerza la idea de que "el fracaso es tu amigo" porque todos podemos aprender de los fracasos (¡y sobrevivir a ellos!).

2. Construir la confianza

La confianza se construye a través del dominio y la afirmación positiva. Cree oportunidades para que su hijo tenga éxito en nuevos campos. Por ejemplo, si su hijo muestra interés por la repostería, empiece con recetas sencillas que pueda seguir. A medida que vaya mejorando, introduzca gradualmente recetas más complejas. Celebre el proceso de aprendizaje y no sólo los sabrosos resultados.

También es fundamental utilizar un lenguaje empoderador. En lugar de decir: "No te preocupes, es fácil", que puede parecer despectivo, prueba a decir: "Sé que es duro, pero he visto lo duro que has trabajado antes. Creo que puedes hacerlo". Esto demuestra tu confianza en su capacidad para afrontar los retos.

3. Luchando bien

Enseñar a su hijo a luchar bien significa ayudarle a ver los retos como oportunidades para crecer. Cuando su hijo se enfrente a algo difícil, como aprender a montar en bicicleta, enmarque la lucha como una parte normal del aprendizaje. Anímelo diciéndole cosas como: "No pasa nada si te caes. Cada vez que te levantas, estás aprendiendo y haciéndote más fuerte". Ayúdale a fijarse objetivos pequeños y alcanzables, como ir un poco más lejos cada día, y celebra esos pequeños éxitos para mantener alta su moral.

Demuestre con el ejemplo. Comparta sus propios retos, como un proyecto en el trabajo que no salió bien. Explica lo que aprendiste de la experiencia y cómo piensas afrontar retos similares en el futuro. Así les enseñas estrategias de afrontamiento positivas y les demuestras que la lucha es una experiencia universal, no un reflejo de ineptitud.

Mediante estas estrategias -permitir que su hijo experimente el fracaso sin un rescate inmediato, animarle a esforzarse en nuevas empresas y enseñarle a ver las dificultades como oportunidades de aprendizaje- puede capacitar eficazmente a sus hijos para que se conviertan en personas capaces y seguras de sí mismas, preparadas para enfrentarse al mundo.

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Ali Schroer, MSW, LCSW
Schroer Counseling & Consulting, LLC