No es ningún secreto que el deporte enseña lecciones de vida. Los deportes de equipo suelen promocionarse como una excelente forma de enseñar a los jóvenes lecciones sobre el propio deporte y sobre la vida en general. A lo largo de los años, los jugadores de las ligas de la Fundación Gold Crown han aprendido a jugar al baloncesto y al voleibol al tiempo que aprendían a trabajar con los demás para alcanzar un objetivo común.
Pero, ¿qué ocurre con el golf? ¿Qué lecciones podemos aprender de un deporte individual como el golf?
Kevin Duy, padre de tres hijos, ha elaborado una lista de 9 lecciones de vida que los niños pueden aprender jugando al golf, y la mayoría de ellas probablemente resuenen también en los adultos.
- El primer disparo suele ser el más difícil
Si alguna vez ha jugado al golf, conoce los nervios del primer golpe. Ahí estás, en el primer tee. Todo el mundo, incluido el cuarteto de chicos con la siguiente salida, te está mirando. Esperan en silencio a que golpees la bola. Toneladas de pensamientos se agolpan en tu cabeza.
"No apuñales esto. Por favor, déjame darle bien. Agradable y fácil. ¡Baja la cabeza! OK, aquí vamos. Ya lo tienes. Swing suave hacia atrás... ¡No la enganches! ¡Hijo de...! La enganchaste... ¡Idiota!"
Independientemente del resultado, el mero hecho de colocar la bola en el primer tee de salida supone un gran alivio. De ahí en adelante, esa sensación de nerviosismo que sentías en tu primer golpe desaparece. Ahora sólo tienes que jugar.
LECCIÓN DE VIDA: Si tienes una meta que quieres alcanzar, lo más difícil es dar ese primer paso hacia ella. Pero una vez que lo hagas, te sentirás mucho mejor.
¿Cuáles son las lecciones 1-8? Leer el resto del comentario de Duy AQUÍ.
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