Te presentamos a Rob Hanzlik. No hace falta decir que nació en una familia de baloncestistas, pero Rob ha tenido una gran carrera, tanto dentro como fuera de la cancha de baloncesto. Como orgulloso miembro de la clase de baloncesto Gold Crown de 2001, Rob continuó devolviendo a la Fundación Gold Crown a través del entrenamiento en el Hanzlik Hoops Camp durante toda la universidad, el mismo campamento en el que empezó a jugar de niño.
GC: Cuando piensa en sus días de baloncesto en la Gold Crown, ¿qué le viene a la mente?
RH: 1 - Jugar contra equipos de todo el estado y observar a la competencia. 2 - Esperar a que salieran los cuadros para ver contra quién jugábamos a continuación. 3 - Pasarlo bien con grandes amigos.
GC: ¿Cuál fue su trayectoria después de Gold Crown?
RH: Jugué en el instituto Mullen, donde ganamos el campeonato estatal de Colorado en mi último año. Después me fui a la preparatoria de New Hampton para seguir jugando al baloncesto. Allí pasé unos años estupendos y jugué contra grandes jugadores de baloncesto, como Isaiah Thomas. Terminé mi carrera universitaria en la Adams State University, donde fui co-capitán en mi último año. Hoy en día, soy un Gerente de Cuentas que supervisa el sureste de Colorado en Alpine Waste and Recycling y también empecé mi propia compañía, Ascent Waste Consulting.
GC: ¿Cómo le ha preparado el baloncesto de la Gold Crown para estar donde está hoy?
RH: Los deportes juveniles me enseñaron mucho. Son un entorno sano para aprender a través del éxito y el fracaso, por lo que practicar deportes juveniles me dio la experiencia sobre cómo superar cualquier cosa más adelante en la vida. El deporte también me preparó para ser mejor compañero de trabajo, líder, marido, empleado y amigo. A través del deporte aprendí sobre la humildad, los logros, el entrenamiento, el carácter, las limitaciones y a formar parte de algo más grande que uno mismo. Además, ¡me divierto! Es divertido entrenar, competir y sudar.
GC: ¿Algunas últimas palabras?
RH: Estoy muy agradecido por las experiencias que he vivido jugando en ligas, torneos y campamentos de la Gold Crown. Espero que cuando mi mujer y yo tengamos hijos, ¡yo pueda ser su entrenador! Estoy deseando que llegue el día en que mis hijos puedan jugar en los mismos programas y vivir las experiencias positivas que yo tuve con el baloncesto Gold Crown cuando era joven.
Gracias, Rob, por dar un gran ejemplo de cómo los chicos de la Gold Crown pueden trasladar su experiencia deportiva a sus carreras y a su vida cotidiana.